El viernes día 3 tuvimos la suerte de contar en nuestra Peña con dos de las grandes figuras del flamenco actual como son Vicente y José. La vinculación de estos grandes artistas hace que parezca normal lo que es en realidad extraordinario, como es poder disfrutar de estas ambos.
Se inició en recital con un guiño a la tierra cantando por tarantos. El primero que hizo fue el que grabara en los años cuarenta Carmen Amaya con la denominación de rondeña, el segundo “apenas brillaba el sol…” fue uno de los tarantos clásicos y remató con la Cartagenera grande. Impresionante fue el acompañamiento de Tomatito lleno de matices y armonía. Continuó Sordera cantando largamente por soleá recorriendo gran cantidad de estilos que por orden de interpretación fueron: los tres primeros de Alcala, el siguiente de Juaniquí, luego volvió a Alcala, a continuación canto la tipica melodía de bulería por soleá de “castigo grande merecía la gitana que al gitano le niega los buenos días”, siguió con Frigones, La Serneta y termino con el remate grande de Joaquín el de la Paula de Alcalá. Fue una lección magistral de cante y de toque por soleá de tal nivel, que nos faltan palabras para describir la emoción y grandeza de los mismos.
No podían faltar los aires gaditanos donde desarrollaron varios estilos, alegrías, romeras y cantiñas del Pinini, plenas de compás y de gracias. Magistral volvió a ser la siguitiya, donde interpretaron tres estilos jerezanos, de Manuel Torre, de su antepasado Paco La Luz y del tio José de Paula, para cerrar con una cabal. Terminado el recital con bulerías jerezanas, donde no faltaron las referencias a la época navideña. Qué decir del acompañamiento que hizo Tomatito por bulerías, simplemente demostró que es el mejor y sobran las palabras.
Hay quien defiende que la buena música como las esencias, hay que administrarlas en dosis pequeñas y así fue el recital del viernes, aunque a los aficionados nos dejó con la miel en los labios. De todas forma, la motivación y el cariño con que estos artistas vienen a su Peña hace que se entreguen de forma especial. El resultado fue un recital los que engrandecen a la Peña y permanecen en la memoria de los aficionados.