El pasado día 13 de febrero retomamos las actividades de la Peña después de varias cancelaciones motivadas por la sexta ola de la pandemia. Por este motivo, el recital se celebró en la terraza de la Peña en lugar de en los Aljibes, que es el recinto donde normalmente se celebran las actividades. En esta ocasión nos acompañaron David Palomar y Rafael Rodríguez, después de dos cancelaciones anteriores en el mes de enero. Había mucho interés en escuchar a estos artistas tras la buena impresión que nos dejaron en su última visita en 2018.
Haciendo gala de su origen gaditano, comenzó Palomar cantando por alegrías. Nos hizo recordar a la Perla y al Beni, siempre con su sello característico. Por seguiriyas no abandonó el patrón jerezano que inicio con Paco la Luz y siguió con Joaquín la Cherna, Diego el Marruro, para rematar con el cante de Juanichi el Manijero con la famosa letra de: “comparito mio Cuco…”
Sorprendió David recordando a Lole y Manuel de los que se declaró admirador desde su infancia. Interpretó la canción por bulería “Dime” que tan fielmente reflejaba la sensibilidad de la famosa pareja y que Palomar interpretó admirablemente.
Como no suele faltar nunca en su repertorio canto el popurri que hiciera célebre Chano Lobato que incluye el garrotín, los tangos del Piyayo y los tangos del Titi de Triana. Largo fue su cante por soleá, acordándose de casi todos los estilos clásicos: Alcalá, Triana, Lebrija, Cádiz, Córdoba. Aquí mostraron los dos su madurez, conocimiento y dominio de compás. Por soleá, como antes hiciera por siguiriyas, demostró Palomar su conocimiento profundo de los cantes básicos, contradiciendo la imagen de cantaor festero que a veces se tiene de él.
No podían faltar en el repertorio de Palomar los tanguillos carnavaleros gaditanos a los que le incorporó las murgas de Joaquín el de la Paula que grabara su sobrino Manolito el de María. Cerró el recital cantando y bailando por bulerías, haciendo una amplio recorrido donde se lucieron ambos artistas.
Una vez más, esta pareja volvió a demostrar su gran profesionalidad, entrega y sobre todo arte. El numeroso público, que llenaba la Peña como en las grandes ocasiones, premiaron a ambos artistas con una larga ovación. Mención aparte merece la actuación de Rafael Rodríguez que sin duda es uno de los mejores guitarristas de acompañamiento, como así se lo reconoció la Peña cuando le dio este trofeo en su anterior actuación. Destaca de Rafael su particular modo de tocar con una acusada personalidad fácilmente reconocible. Sin duda una noche extraordinaria para comenzar al nuevo año, dando continuidad a la despedida del año anterior que se cerró con Vicente Soto y Tomatito.