El cuatro de junio, en el Patio de los Naranjos, recibimos la esperada visita de Pedro El Granaíno que vino acompañado, como es habitual, por el guitarrista cordobés Patrocinio.
Sorprendió en su arranque con un cante por siguiriyas, lo que no es nada habitual en los recitales flamencos y ya desde el principio mostró su inclinación, casi devoción, por el cante de su paisano Enrique Morente, ofreciendo dos siguiriyas de creación morentiana, rematas por el cambio clásico de Manuel Molina que también grabara Enrique. Para que no decayera la tensión del recital, continuó con una larga selección de cantes por soleá recorriendo la mayoría de los estilos. Las soleás las inició con dos estilos de Alcala de Joaquín el de la Paula, el segundo de ellos lo realizó ligado los tercios al modo que lo hacía Tomás Pavón; luego continuó jugando entre Cádiz, Triana y Alcala, recordando a los grandes de este estilo: El Mellizo, La Andonda, La Serneta, Paquirri y Joaquín el de la Paula. Cantes que ejecutaron Pedro y Antonio con gran maestría.
A continuación cantó por granaínas, para seguir en la misma tonalidad con la malagueña que el Pena hijo, adaptara de la grande de Chacón. Cerró con los fandangos clásicos de Manuel Torre pero con ritmo abandolao. Es destacable cómo relacionaron tres cantes dentro de la misma tonalidad, para ofrecer una única y novedosa interpretación. Luego abordaron un cante que desgraciadamente no es frecuente en el repertorio flamenco actual, la bambera. La interpretaron como inicialmente la grabaron Pastora y Merchor, es decir acompañado por fandangos y no a ritmo de soleá como se hace en los últimos años, también sorprendió en el cierre de este cante que lo hicieron con el fandango grande del Carbonerillo, volviendo a mezclar, con fortuna, diferentes estilos en una misma pieza.
Por tientos volvieron a homenajear a sus paisanos Morente y Federico García Lorca, interpretando en el poema de la Leyenda del Tiempo. La extraordinaria versión de estos tientos que realizan ambos artistas, enriquece la no menos brillante versión que grabó Morente. En estos tientos Pedro aúna sus dos almas: morentiana y camaronera, con un resultado bellísimo.
En sus cantes levantinos: taranto y cartagenera, su homenaje fue para Camarón cantando dos letras que grabara el maestro de la isla, “que arañaba con las uñas….” y Los Pícaros tartaneros….” ejecutados como todo lo que Pedro hace, con su aire personal.
Por tangos y tras iniciarlos con un recuerdo a Remedios Amaya, retomó las creaciones de Morente, donde también incluyó versos de “El Lenguaje de las Flores” de Federico, con las que se recrearon cantaor y guitarrista. Finalizaron por fandangos naturales de diversos estilos. Como bis y una vez finalizado el recital, interpretaron un fragmento del Requiem de Vicente Amigo dedicado a Paco de Lucia,
Destacó a lo largo de todo el recital la gran conjunción existente entre cantaor y guitarrista, de modo que sonaron, en cada cante, como una pieza única sin distinción entre voz y guitarra. En todo momento Antonio de Patrocinio estuvo ajustado al guión completando y armonizando las melodías que dictaba la voz. Nos fue muy grato comprobar la evolución de este guitarrista al que conocimos como una joven promesa y que hoy podemos presentar con una firme realidad. En definitiva un magnífico recital.