La noche del 23 de febrero tuvimos una representación de jóvenes flamencos de Granada, el cantaor de Almuñecar y el guitarrista de Iznalloz que causaron una excelente impresión. Era la segunda vez que venían a La Peña, aunque la vez anterior actuaron en la terraza por las precauciones sanitaria de la pandemia.
Empezaron cantando un romance que iniciaron libre de compás y que poco a poco lo fueron meciendo en aire de zambra. Continuaron cantando por cantiñas, que continuo con las alegrias al estilo de Enrique Morente, para cerrar estos cantes gaditanos con las alegrías clásicas de cierre.
Por soleá cantó los estilos apolaos de Triana, recordando a Pinea el Zapatero, el Portugués y Ramón el Ollero. Peculiar fue su homenaje a Camarón cantando por sevillanas, que hizo con calidad y mucho gusto.
También fue peculiar su interpretación de la Baladilla de los tres ríos de García Lorca que hizo por Bamberas. Como deferencia a la Peña hizo los cantes de origen almeriense como la minera, la taranta del Frutos y la levantica del Cojo de Málaga. A continuación cantó la farruca con letras de Fosforito aunque con aires morentianos.
Terminó con cantes de su tierra: granaína y la media granaína para cerrar con tangos de Granada tanto de los cerro como los del camino, así como tampoco faltaron las referencia a Enrique Morente por estos estilos del cual se declaró ferviente admirador.
Gustó mucho que introdujeran en su recital cantes no habituales en los circuitos como farrucas, bamberas, zambras o sevillanas. Mención especial merecen el joven José Fermín que hizo nos ofreció una actuación muy completa ajustándose al cantaor y desplegando una extensa gama de armonías y falsetas ejecutadas con mucho gusto y precisión. Sin duda estamos ante dos jóvenes que pisarán fuerte en los próximos años.