También fue de debutantes en la Peña el recital del 26 de Abril: Luis Perdiguero y Nono Reyes Iniciaron el recital con el cante jerezano por excelencia, la bulería por soleá que ejecutaron al estilo clásico. Su segundo cante fueron las alegrías muy ajustadas a compás y con letras tradicionales. Continuaron con tientos que fueron un preludio para el remate por tangos donde hizo los estilos trianeros y luego se acordó de Lebrijano y de Juan Villar.
Sorprendió gratamente la interpretación de los distintos estilos de cantes de origen almeriense que hizo Luis. Inició esta ronda con el taranto, continuó con la levantica de El Cojo de Málaga y cerró con la Taranta atribuida a El Frutos de Linares y que popularizara Fosforito. Largo fue su cante por soleá que empezó con dos estilos de Alcalá; continuó con la soleá grande de la Andonda y con la también trianera de El Machango, siguió con Juaniquí de Lebrija, para rematar con el cierre clásico de Alcalá. Sus seguiriyas fueron un homenaje a los maestros jerezanos, Manuel Torre, Paco La Luz, Tío José de Paula, Juanichi el Manijero y remató el cambio de Silverio. No faltaron los típicos fandangos personales: Niño de la Calza, Caracol, Chocolate y Carbonerillo, para cerrar su actuación por fiesta: bulerías y cuplés, con referencias a las formas de cantar de Juan Villar y Camarón.
Fue una buena noche de cante. Luis es un cantaor de la escuela clásica que conoce los cantes y se entrega en su interpretación. Lo más destacado de su actuación es la facilidad con la que conecta co el público. Nono Reyes, hijo de gran cantaor Antonio Reyes, estuvo en todo momento pendiente del cantaor, arropándolo y facilitando el desarrollo de cante.