Un año más celebramos en el mes de mayo la clausura de la temporada de recitales que iniciamos el pasado octubre con la celebración de la tradicional semana flamenca y la entrega del Trofeo Peña El Taranto a la mejor actuación del 2018, que en esta ocasión ha correspondido al cantaor algecireño Pedro Lérida “Perico el Pañero” . Aunque se mantiene la denominación de “semana flamenca”, respondiendo al formato original, en los últimos años este fin de curso se extiende a gran parte del mes del mayo.
Día 10 de mayo. José del Tomate y su grupo.
Este año se inició la “semana” con el recital de José del Tomate y su grupo el viernes día 10. Comenzó sus actuación en solitario el joven guitarrista con un toque por tarantas donde se apreciaba la influencia de su padre Tomatito y continuó por la zambra del Niño Miguel que ejecutó con brillantez. A continuación dio paso a su grupo, que esta ocasión estaba formado por el violín flamenco de Bernardo Parrilla, la segunda guitarra de Cristobal Santiago, la percusión de Johny Cortés, la voz de Kiki Cortiña y las palmas de Antonio Torres “Pescaito”.
Su actuación de claro corte moderno, estuvo presidida por el compas de tangos y bulerías, donde se sucedían, guitarras, voz y violín con una potente base rítmica de palmas y cajón. Estuvo José en su linea de progreso, que le está llevando a dejar de ser una promesa para convertirse en una firme realidad de esta difícil disciplina de la guitarra solista.
Día 14 de mayo. José Mercé y Tomatito.
El martes día 14, siguiendo la tradición de los últimos años, le toco el turno a José Mercé y Tomatito, que una vez más despertaron el interés de los aficionados que abarrotaron los aljibes. Su concierto se ajustó a la ortodoxia flamenca, alejándose de lo que son sus actuaciones habituales en los escenarios internacionales.
Iniciaron su actuación con la malagueña del Mellizo, continuando con una larga tanta de soleares de Triana, Lebrija y Cádiz sonde mostraron su magisterio alcanzando los momentos mas brillantes de la noche. Por siguiriyas recordó su origen jerezano, donde una vez más alcanzó una gran emotividad interpretando la letra dedicada a su hijo. Fiel a su estilo festejo, continuaron ambos artistas el recital interpretando cantinas y tientos y tangos. Dos fandangos: del Gloria y del Niño de la Calza, dieron paso a las vibrantes bulleras con las que terminaron el recital.
Día 15 de mayo. La Fabi y Paco Heredia.
Había expectación por conocer a esta joven cantaora de Arcos de la Frontera, aunque afincada en Barcelona, en su primera visita a la Peña. Su recital del pasado día 15 cubrió todas las expectativas. Posé Fabiola una voz brillante y un timbre muy personal que, de continuar por la linea que ha iniciado, le pude llevar a ser una de las figuras más destacadas del flamenco actual.
Inicio su actuación cantando por soleá de Alcalá y Triana, con ecos que recodaban a Fernanda de Utrera. Continuó cantado granaína y media granaína que remató por rondeña. Hizo dos tarantas del Cojo de Málaga tal como las interpretara Gabrial Moreno, con tercios muy largos y melismáticos. Por tientos y tangos hizo un homenaje a las mujeres: Pastora, Aurora Vergas, Juana la del Revuelo, demostrando que este es uno de sus palos fuertes y donde más se percibe su forma gitana de cantar, aunque ella no sea gitana. Cantó por siguiriyas recordando los estilos de Paco de La Luz, El Marruro y Juanichi el Manijero. Retomó los cantes de compas, cantando por cantinas donde una vez más demostró el conocimiento de los estilos de su tierra. Por fandangos tuvo claras referencias a Chocolate y Camarón y cerro la noche cantando y bailando por bulerías, demostrado su dominio del compás forjado en los años en los que actuó en las mejores compañías de baile como las de Crstina Hoyos, Antonio Canales o Los Farrucos.
Paco Heredia, estuvo toda la noche muy ajustado al cante, dándoles su espacio a la cantaora con sobriedad y eficacia.
Día 16 de mayo. Sonia Miranda y Antonio Luis López
Continuando con la semana flamenca, llegamos al jueves 16 donde tuvimos la ocasión de volver a escuchar a dos grandes amigos y socios de la peña: Sonia Miranda y Antonio Luis López. Siempre son bien recibimos ya que sabemos de su entrega, profesionalidad y su gran dedicación al estudio de los estilos flamencos. En esta ocasión empezaron su recital con unos cantes poco habituales en las peñas como son la liviana, la serrana y el cambio por siguiriyas de María Borrico; inició la liviana sin acompañamiento de guitarra que se incorporó en la serrana, que por cierto la interpretaron con un ritmo muy marcado. Luego hicieron tientos clásicos rematados por tango gaditanos, para finalizar con los extremeños. Por soleá, que fue el tercer cante de la noche, hizo Sonia varias interesantes aportaciones: primero ligando dos cuerpos del estilo del Mellizo, luego otros dos también ligados de Triana, continuo cantando lo que Pastora hacía en bulería por soleá, para terminar con parte del poema de Al Mutamid “Ignoran mis ojos tu presencia” que versionara Morente por bulerías. Siguió con la malagueña de Chacón que remató con la jabera y el fandango de Pérez de Guzmán. Hizo a continuación varios aires de ida y vuelta: milonga, tangos y guajira, recordando a los especialistas Marchena y Vallejo. Luego cantó por cantiñas al estilo de Pastora aunque con su propia personalidad. Continuó su actuación por fiestas interpretando diversos estilos, así como conocidos cuplés. Para cerrar la actuación invito Sonia al escenario a un grupo de sus alumnos y alumnas, que cantaron y bailaron por tangos trianeros.
En todo momento la cantaora se sintió arropada por Antonio Luis López que una vez más mostró sus grandes cualidades como guitarrista, en esta ocasión acompañando al cante con elegancia y con momentos de brillantez. Fue, sin duda, una gran noche de flamenco.
Día 17 de mayo. Antonio Reyes y Diego Amaya
El viernes 17, no visitaron Antonio Reyes y Diego Amaya que iniciaron su actuación ligando una serie de zambras de Manolo Caracol. En su linea gaditana cantó Antonio por alegrías -incluida la la cantina de Córdoba- siguiendo a los maestros de estos estilos: Rancapino, Juan Villar y Camarón. Su cante por soleá lo inició por Alcalá y luego alternó las melodías de bulerías por solea con las clásicas soleá de la Serneta y el Mellizo. Su cante por tangos estuvo claramente influenciado por la forma que popularizara el guitarrista jerezano Paco Cepero en los años ochenta del siglo pasado y como es habitual en Reyes los hizo con un ritmo muy lento y acompasado. Por siguiriyas se atuvo al canon clásico jerezano y remató con la cabal de los Puertos que hiciera Camarón. No pudieron faltar las bulerías que derivaron en populares canciones por bulerías. Cerró su actuación con fandangos que nos recordó en su salida la forma barroca del Chato de la Isla, para luego acordarse de Chocolate y de Caracol.
Diego Amaya, se ajustó al cantaor dándole todo el espacio y dejándose notar en los remates que ejecutó con certeza durante toda la noche.
Día 22 de mayo. Antonio Molina “El Choro”.
La segunda parte de la semana se inició con una novedad en nuestra peña como fue el baile de Antonio Molina “El Choro”, bailaor onubense que en la actualidad ocupa un puesto muy destacado dentro del competido panorama del baile flamenco, tras pasar por las compañías de Israel Galván, Javier Barón y Eva la Yerbabuena entre otras. Vino acompañado por el cante de Antonio Núñez “El Pulga” y la guitarra de Juan Campallo. Comenzó el recital con un solo de guitarra por rondeñas al estilo de Ramón Montoya, interpretadas de una forma personalísima tanto en las falsetas como en la ejecución. La segunda actuación la inició El Pulga con un cante por tonás dando paso a la a El Choro y a Campallo por siguiriyas; sorprendió por la fuerza interpretativa que fue desgranando en sucesivos remates entusiasmando a la concurrencia. Se puso de manifiesto que de las tres modalidades del flamenco el baile es, sin duda, la más espectacular.
Cantó El Pulga por malagueña y abandolaos para facilitar la recuperación y el cambio de vestuario del bailaor, dado el gran desgaste físico que supone cada baile. Continuó del El Choro bailando por alegrías mostrando un absoluto dominio del ritmo que plasmó en algunos contratiempos de particular belleza, de las alegrías pasó a las bulerías de Cádiz, para finalmente concluir la actuación bailando por fiestas. El baile de El Choro recuerda a los antiguos, donde el hombre expresaba su arte sobretodo con el zapateado.
Fue una noche muy interesante donde se puso de manifiesto al acierto de incluir el baile en la programación de la peña, situación que habrá que tener en cuenta para los tiempos venideros.
Día 23 de mayo. Pansequito y Miguel Salado.
Después de seis años de ausencia volvía a la peña José Cortés “Pansequito”, todo un referente para el flamenco actual ya que es el representante en activo y con plenas facultades de lo que ha sido la generación más importante de la historia del flamenco.
Inició la actuación por los cantes de su tierra, las cantinas, que el ejecuta de una forma muy personal. Luego hizo un amplio repertorio de bulería por solea, intercalando algunas coplas por solea. Su tercer entrega fue por siguiriyas, cante del que nos dijo que no suele interpretarlo pero que en nuestra peña le apetecía hacerlo. Fue clásica su actuación por este palo, siguiendo la escuela jerezana que ejecutó con su personal forma de interpretar los cantes. No podía olvidarse Pansequito de cantar por tarantos a su estilo personal donde alarga un tercio en su interpretación. Por bulerías demostró su gran dominio del compás del que continúa siendo un gran maestro. Por este estilo, nos recordó sus viejas creaciones que le han llevado a ser reconocido como un gran innovador y que cerró con su celebrado cuplé por bulerías “No me importa lo que digan”. Finalmente, para cerrar su actuación cantó un par de fandangos.
A pesar de los años, mantiene Pansequito sus extraordinarias facultades aparte del característico eco de su voz, de inigualable belleza. Correspondió Miguel Salado con su guitarra a las exigencias del maestro luciéndose en las falsetas que interpretó.
Día 24 de mayo. Perico el Pañero y Antonio Carrión.
Como es habitual la semana la cerró el ganador del trofeo Peña El Taranto a la mejor actuación del año 2018, que en esta ocasión correspondió a Pedro Lérida “Perico el Pañero”. Previamente a la actuación el secretario David Rodríguez leyó el acta del jurado presidido por Antonio Zapata Roldán. Hizo entrega del trofeo el presidente de la peña que también presento a los artistas.
El Pañero tras agradecer a la peña el reconocimiento inició su actuación haciendo un largo recorrido por soleá: Serneta, Andonda, Juaniquín, Frijones, El Mellizo y Joaquín el de la Paula. Continuó por tangos trianeros con clara influencia mairenera que fueron muy bien llevados por el toque a compás de Antonio Carrión a quien dedicó la siguiriya que cantó a continuación. Fue amplio su repertorio de siguiriyas incluyendo estilos poco habituales como los de Triana y el de Tomás el Nitri. Por fandangos empezó recordando a Pepe Pinto y luego recordó a Camarón y a Tomás Pavón. A continuación cantó El Pañero por bulería por soleá donde siguieron el esquema ortodoxo de este cante en la voz y en el toque, sin mezclar con la soleá, ni en el tono ni en la melodía, como suelen hacer la mayoría de los interpretes. Cerró por bulerías arrancándose a bailar e invitando a su hermano Pepe que también cantó y bailó, en un animado fin de fiestas.
Merece las pena destacar la flamencura del toque de Antonio Carrión, preñado de ecos antiguos que recodaban a Melchor de Marchena y Diego del Gastor, con abundantes referencias toques más actual como el de Paco de Lucía. Particularmente brillante fue en el uso del pulgar y del rasgueo.