GEMA JIMÉNEZ Y CALDERITO
El viernes 27 de enero visitaron la Peña El Taranto los artistas Gema Jiménez al cante y Luis Calderito al toque.
Gema debutaba en la Peña. La conocíamos por referencias, sobre todo, por haber ganado la Lámpara Minera en La Unión en el año 2005.
Se inició el recital de forma atípica con Calderito, que hizo un solo de guitarra por Rondeñas con el que quiso mostrar su reconocimiento al gran guitarrista almeriense Julián Arcas, que a mediados del siglo XIX, compuso la famosa Rondeña que dio pie a la inspiración de Ramón Montoya.
Gema empezó su recital cantando por Granaína y Media Granaína con un recuerdo al maestro de estos estilos Manuel Vallejo. A continuación por Soleá de Triana en algunas de las variantes denominadas apolás como la famosa “Correo de Vélez” del Tenazas de Morón y con un aire a Fosforito. Después homenaje a La Paquera en una Zambra rematada por Bulerías. Por Peteneras, la chica y la grande, acordándose de la gran Pastora pero con tonos propios sobre todos los bajos. Por Tarantas, su palo fuerte, hizo dos de Linares, la primera de Pepe Marchena y la segunda de El Cabrerillo. Gema nos sorprendió con unos cantes no habituales en las actuaciones y, mucho menos en una voz femenina, Romance, Pregón y Cabal, en los estilos atribuidos a El Negro, Macandé y Silverio respectivamente. Por Tangos hizo un recorrido extenso por los estilos extremeños; remató su actuación por distintos estilos de Fandangos, como los de El Niño León, Palanca y El Pena Hijo.
A lo largo de todo este amplio recorrido musical, Gema cantó francamente bien, en algunos momentos lo hizo de forma brillante. Posee una voz clara, limpia y con gran amplitud de registro, lo que le permite llegar a los tonos agudos y a los bajos con gran belleza y siempre manteniendo una afinación casi perfecta.
Tocó Calderito con maestría y precisión y de una forma poco habitual hoy día: muy ajustada al cante, con unos acordes sencillos pero precisos y unas lucidas falsetas donde hizo alarde de su depurada técnica en la ejecución de los arpegios, de los trémolos o del pulgar.
En resumen una gran noche de flamenco.
Manuel Torre