El pasado día dos de diciembre tuvimos la suerte de contar en los aljibes con la joven cantaora gaditana Encarna Anillo, que venía acompañada a las guitarra por Andrés Hernández “Pituquete” y por Roberto Jaén a las palmas.
A pesar de su juventud, Encarna tiene la madurez que da venir de una cuna que rezuma flamencura y gracia por los cuatro costados, lo que se nota en su forma de cantar, aunque yo diría que no solo canta, sino que vive los cantes; los hace no solo con la voz, sino también con sus gestos, con su vibración, con el movimiento acompasado de su cuerpo, con la expresividad de su cara, de sus manos, en definitiva vive su música y se funde con ella.
Su recital fue totalmente gaditano con la única excepción de las malagueñas que interpreto en segundo lugar. Inicio su actuación con un amplio recorrido por los aires de Cádiz y tras las mencionadas malagueñas y su correspondiente remate por abandolaos, cantó Bulerías por Soleá de corte jerezano, para pasar a los Tientos de Cádiz que remató por tangos que nos recordó y dedicó Juana la del Revuelo, tangos que realizó con la gracia y el compas propio de su tierra. Continuó su actuación con Solea y Siguiriyas a los estilos gaditanos demostrando su conocimiento de los estilos básicos del flamenco. Finalizó con un amplio repertorio de Bulerías donde no faltaron las referencias a la Perla de Cádiz, a Juan Villas o a Adela la Chaqueta, y por supuesto tampoco faltó sus pasitos de baile que realizo con expresividad y genio.
Su guitarrista “Pituquete”, chileno afincado en España, supo acompañar con precisión y compas la actuación de Encarna y quizás lo mejor que se pude decir de él, es que en su toque, muy flamenco, no se nota nada su formación de guitarrista clásico, lo cual no es poco. También destacar la sobriedad y precisión del acompañamiento de palmas, ajustado en todo momento al cante y al toque.
En definitiva, una buena noche cante con el aliciente de gente nueva y joven que nos recordaron viejos cantes y nos mostraron nuevos caminos del inagotable arte flamenco.
Manuel Torre.