En la Peña, conscientes de que el flamenco es básicamente cante, toque y baile, el último recital estuvo presidido por la guitarra, en este caso por el tocaor jerezano Manuel Valencia. No es la primera vez que un guitarrista da un concierto en nuestra Peña, hay que recordar que ya en los años setenta del siglo pasado, eran frecuentes las visitas del concertista Manuel Cano que no sólo daba su recital de guitarra sino que explicaba musicalmente los distintos estilos flamencos.
Posteriormente, desde que en 2005 se creó el premio para la mejor actuación de guitarra de acompañamiento se ha convertido en un hecho habitual que cada curso se inicie con la actuación del ganador del trofeo. Además este año en la semana flamenca del mes de mayo, actuará el bailaor Antonio Molina “El Choro” para completar la representación de las distintas formas del arte flamenco.
Inició su actuación Manuel Valencia tocando por rondeñas. Este estilo que ya aparece en el siglo XIX de mano de nuestro paisano Julián Arcas y que luego le diera un carácter más flamenco Ramón Montoya ya en el siglo XX, y a partir de ahí casi todos los grandes guitarristas la han tocado aportando su propia personalidad. Este fue el caso de Manuel Valencia que indudablemente le dio su carácter a esta rondeña que da nombre a su disco “Entre mis manos”.
Continuó con un estilo típicamente jerezano como es la bulería por soleá, también incluida en su disco. La inició a tiempo lento para ir aumentándolo a medida que desarrollaba la ejecución. Llamó la atención la gravedad de los bajos, debido a la afinación del bordón, que producían un sonido de gran profundidad y belleza. El siguiente toque fue una minera que remató con aire de fandangos, prueba de que los estilos de levante están directamente emparentados con el fandango. Terminó su actuación con una pieza clásica del la danza española como es el zapateao.
Para la segunda parte del recital contó con la colaboración de su paisana Felipa del Moreno, artista que era la primera vez que nos visitaba. Su primer cante fue por alegrías, con estilos típicamente gaditanos que ejecutó con gran dominio del compás. A continuación hizo muy correctamente un taranto y la cartagenera del Rojo. Mas lucida estuvo por tangos haciendo un recorrido por diferentes estilos: Triana, Granada, Málaga para terminar con los típicos tangos canasteros que popularizara La Revuelo. Y como viene siendo habitual terminó por fiestas que también hizo un amplio recorrido, demostrando el dominio de este cante típicamente jerezano.
Agradó esta joven jerezana que se vio acompañada por un extraordinario Manuel Valencia que a pesar de su virtuosismo como solista, fue en el acompañamiento donde lucio con todo su brillo, demostrando que es uno de los mejores guitarristas de acompañamiento del panorama actual.