Tras el paréntesis de Semana Santa reanudamos los recitales con la intervención de Perico el Pañero, acompañado a la guitarra por el joven malagueño Rubén Lara. Era esperada esta actuación después del buen recuerdo que dejo en su última visita a nuestra peña la pasada temporada, cuando vino acompañado de su hermano José.
Inició su intervención cantando por soleá, donde hizo un recorrido por los estilos tradicionales de Alcalá, Triana y Cádiz, apreciándose la influencia del maestro Antonio Mairena. Continuó por tientos, en la línea de Manuel Torre, que remató por tangos de Triana donde demostró su gran sentido rítmico. Sorprendió agradablemente cuando cantó por tangos las letras que Moreno Galván hiciera pasa su paisano José Menese. Luego cantó por fandangos que inicio al ritmo de los de Huelva, para continuar ya libres de compás con una tanda de fandangos naturales. Por siguiriyas fue generoso haciendo variados estilos de Jerez y los Puertos que ejecutó al modo clásico, pero añadiendo aportaciones personales es su interpretación. Unos de los momentos más brillantes de la noche fue la interpretación de la bulería por soleá, donde se recreó en el cante donde de nuevo se acordó de los clásicos incluyendo algunas letras que cantaran el Niño de Marchena y la Niña de los Peines. Como es habitual en casi todos los artistas actuales del panorama flamenco, remató su actuación cantando y bailando por bulerías que hizo con gracia y compás.
Una noche más donde los duendes del cante se hicieron presentes por las piedras de los aljibes, creando un clima muy flamenco que el público pudo disfrutar. El cante de Perico nos transporta a otros tiempos y eso se agradece no solo por su conocimiento, sino porque es su voz se reconocen los ecos de las grandes figuras de nuestro arte. Como ya anunciábamos es la presentación de su recital: “se trata de un cantaor de otra época que sin duda tenemos la suerte de que naciera en la nuestra, para poder disfrutar de su arte sin artificios”.
Necesario es hacer una referencia Ruben Lara que estuvo toda la noche muy ajustado al cantaor, dejándole el espacio suficiente para ejecutar los cantes pero siempre dentro de un medido compás que supo mantener en todo momento. Quizás lo mejor que podemos decir del joven tocaor malagueño es la gran progresión que apreciamos en su acompañamiento, desde su última actuación en nuestra peña en febrero de año pasado.
El Alpargatero.